jueves, 8 de mayo de 2008

Jornadas de Periodismo Cultural: "Fer La Contra: humanisme i cultura a l'entrevista de personatge"

Víctor Amela, redactor de La Contra de La Vanguardia, se acerca a la Sala de Graus de la Facultad de Comunicación (UAB) para explicarnos la trayectoria de su sección. La charla alcanza casi las dos horas de durada. En ella el periodista hace un balance de La Contra desde su experiencia.

En primer lugar explica el nacimiento de la sección, así como su evolución. Se centra, sobre todo, en dar detalles sobre la elaboración de las entrevistas, las técnicas periodísticas y humanas que utiliza durante dicho diálogo y el estilo que emplea al redactarla. También comenta algunas anécdotas que le han marcado especialmente. Por último contesta a las preguntas de los oyentes, da consejos a los periodistas en potencia que hay en la sala y se despide con un mensaje lleno de ilusión y optimismo para los que deben seguir la profesión.

El 13 de enero de 1998 apareció, en La Vanguardia, la primera Contra. Para entonces, tanto sus autores como la dirección del diario, temían que la sección no durara demasiado. Sin embargo, a día de hoy, Ima Sanchís, Lluís Amiguet y Víctor Amela han publicado 3.600 entrevistas de distintos personajes. Realmente, y como apunta Amela: “los personajes no se acaban nunca”.

El periodista explica que al principio se centraban, sobre todo, en gente conocida, personas influyentes en la vida pública. No obstante, “el acierto de La Contra”, explica Víctor, está en entrevistar a todo aquel que nos pueda enseñar algo útil. La cuestión es acercarse a las personas a las que jamás nadie en el mundo le ha hecho una entrevista ni se tiene intención de hacerla; a aquellas personas cuyas experiencias vitales nunca se hubieran concebido como artículos de un periódico. Esto “es una fuente inacabable”, ya que, como añade Víctor, “cuando te haces tres preguntas sobre alguien es que esa persona merece una entrevista”. Por lo tanto, continua, no hay un criterio objetivo: es “pura intuición, olfato”. Es tener la impresión que el personaje o la historia pueden dar juego. Para ello, explica Amela, es muy atractivo acercarse a todo aquello que parece “raro”, entendiendo “raro” como todo aquello que “oficialmente no está en el stablishment”.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Conferència sobre l'Agence Europe

La Agencia Europe fue creada por dos visionarios, Lodorico Ricardi y Emmanuel Gazzo, el 1953. Su primera sede fue Luxemburgo, aunque pronto estaría también presente en Bruselas. Hoy, en la Sala de Graus de la Facultat de Comunicación de la UAB, Marina i Lidia Gazzo y Lorenzo Ricardi nos explican la evolución y la razón de ser de la Agencia en la actualidad.

La agencia nace en Luxemburgo, en el 1953, en paralelo a la primera comunidad Europea del carbón y el acero. Para entonces, explica Marina Gazzo, la empresa es familiar, pequeña, tan sólo tiene 3 corresponsales. Todo se escribe en francés y posteriormente se traduce al inglés. Más tarde, explica Lidia Gazzo, en el 1960, hubo un cambio en la gestión de la información. “Si antes tenían que correr tras los comisarios, ahora se han creado portavoces”. Las reuniones a nivel europeo son formales y generan mucho más volumen de información. Es entonces cuando la agencia se traslada a Bruselas y aumenta sus corresponsales a 12.

La Agence Europe es importante, afirma Marina, en el sentido que se cree que “es quien crea la opinión pública europea”. Esta reputación le mantiene firme en su apuesta por la independencia, puesto que, como comenta Lidia, “viven de sus propios abonos”. El número de organismos que informan sobre la UE ha aumentado considerablemente, sin embargo, son financiados por empresas. La Agence Europe prefiere, sin embargo, ser independientes para poder consultar una gran multiplicidad de fuentes: institucionales, lobbies, etc.

La reputación de la agencia se debe también al seguimiento que ha hecho del Parlamente Europeo desde sus inicios. Ahora, sin embargo, el trabajo de las instituciones se ha hecho más amplio, puesto que hablamos de 27 países. A pesar de esta magnitud, las hermanas afirman que han mantenido la relación de cercanía y amistad que, al principio, ya había establecido su padre.

Con todo, las hermanas reconocen la gran responsabilidad y la tarea compleja que llevan a cabo tanto ellas como el resto de periodistas que trabajan en Agence Europe. Comentan, para acabar la charla, que el perfil de periodista que debe entrar en AE es de una persona joven, con conocimientos de economía y de derecho constitucional, pero, sobre todo, con voluntad de aprender y trabajar. El conocimiento de idiomas es, igualmente, básico: inglés, francés, pero también alemán y español. El dominio de los idiomas es importante en la medida que cuanto más descifres por ti mismo, menos dependes de traductores. En el mismo sentido, se ha de ser una persona abierta, flexible, que sepa trabajar en equipo, con espíritu crítico y humilde.

La labor de las hermanas y el resto de la plantilla de Agence Europe se ha visto este año premiada por la Associació de Periodistes Europeus de Catalunya.

miércoles, 16 de abril de 2008

A veces, los extremos se tocan

A principios del siglo pasado Walter Lippmann, un periodista muy influyente en Estados Unidos, teorizó acerca de la opinión pública. Más adelante escribió un libro que se convertiría en obra de referencia: Public Opinion. En él, se habla de los estereotipos como formas de simplificar la compleja realidad. Según el periodista, percibimos el mundo exterior a través de estereotipos, es decir, mediante una serie de ideas y tendencias, más o menos homogéneas, que se han creado entorno a una cuestión de interés público. Este, podríamos decir, posicionamiento en temas determinados permanece en el imaginario colectivo y se exterioriza cada vez que se evoca la temática en cuestión.


En este sentido, cuando se plantea hablar sobre Risto Mejide es evidente que partimos de unas ideas preconcebidas sobre el personaje. Nos caiga bien o no, es obvio que a todos se nos dibuja en la mente su estereotipo: el miembro del jurado de Operación Triunfo que nunca se quita las gafas de sol, alguien tremendamente sarcástico, con opiniones afiladas y unos comentarios, mayoritariamente, ofensivos. El malo malote de OT. El estereotipo está claro. Ahora hay que posicionarse sobre si esa sinceridad chulesca es positiva o si, por lo contrario, es un profesional poco riguroso y un tanto descarado.


Hablando desde una perspectiva un tanto alejada, puesto que no sigo de cerca los pasos de Risto, diría que tanto la falta de hipocresía como su tono mordaz forman parte del mismo roll. Con esto no quiero decir que su personalidad sea un montaje, ni mucho menos. Supongo que una persona que se ha licenciado en Dirección de Empresas en la Universidad de Barcelona ESADE, que, además, tiene su propia agencia de publicidad, Aftershare.tv, alguien que imparte clases de creatividad en un Postgrado de Comunicación y Publicidad, que participa en medios como el ADN, Punto Radio y Onda Zero y que publica un libro, entre otras muchas cosas, goza de una formación y una experiencia, tanto profesional como vital, excelentes. En definidas cuentas, es todo un profesional del cual Telecinco está orgulloso de haber fichado.


No tengo datos estadísticos, pero me atrevería a decir que ha habido mucha gente que se ha enganchado a OT simplemente por escuchar las opiniones de Risto en las galas. Partimos de que sus comentarios tienen un trasfondo profesional o, como mínimo, es capaz de verbalizar lo que a muchos se les pasa por la cabeza cuando ven esas puestas en escena tan lamentables. Sin duda, Mejide se encarga de hacer caer a los participantes del reality show de la bellísima nube musical en la que creen que han entrado. Sin embargo, a mi esto me suena a una estrategia mediática, algo así como el poli malo y el poli bueno.


Tengo la impresión de que, a parte de subir tremendamente la audiencia, este miembro del jurado intenta legitimar la validez del reality. Me explico. Risto aparece como un personaje increíblemente crítico. Es alguien a quien no le importa caer mal, una persona que se considera muy sincera, nada hipócrita. Es, al fin y al cabo, un personaje mediático con su propio estilo, auténtico, que no se deja llevar por la corriente. Es, casualmente, todo lo contrario a lo que los chicos y chicas de OT quieren ser: algo original. Original si no fuese porque hay extremos que se tocan. Qué suerte tienen los concursantes de recibir la valoración de alguien que no les va a hacer la pelota. Y, seguramente, les hace abrir los ojos.


Así pues, mis cuestiones primordiales son: ¿qué hace una persona con, aparentemente, tal criterio musical dando coba a un concurso de calidad tan precaria (pues él ya habría echado a más de la mitad)? ¿Es el héroe de la música que va salvar sólo a los mejores? Y mi segunda duda: ¿no desacredita un poco a los demás miembros del jurado, a los mismos seleccionadores? Menudo buen rollo trabajar con alguien que se lleva toda la credibilidad y te deja en la penumbra... A no ser... que todo sea una asignación de papeles para seguir haciendo que todos los amigos de las futuras estrellas se gasten entre 50 y 60 euros semanales en mensajes para salvar la ilusión de sus vidas: ser ¿cantantes?. O, ¿ser famosos?, ¿simplemente salir por la TV?...


En fin, quizás este planteamiento no es ningún apunte dentro de las líneas generales del estereotipo que se genera entorno la opinión pública de la gran oportunidad que ofrece Tele 5 y, muy especialmente, Operación Triunfo para todas aquellas jóvenes promesas en el panorama musical.



viernes, 4 de abril de 2008

Yvonne, princesa de Borgonya


Joan Ollé dirige en el Teatro Lliure de Barcelona “Yvonne, princesa de Borgonya”, una de las obras claves de la literatura de vanguardia del siglo XX, del escritor polonés Witold Gombrowicz. La obra se centra en el poder y la fragilidad de la condición humana.

“Yvonne, princesa de Borgonya”, narra la historia del príncipe heredero de Borgonya que, aburrido de su rutinaria vida y con su voluntad de reafirmar su libertad, decide actuar contra las leyes de la naturaleza y casarse con una plebeya. Paralelamente, recoje la vida de la princesa Yvonne, fea, ingrata y apática. Un personaje casi mudo que guardará su enigma hasta el final de la obra. Yvonne, además, se prestará a adoptar todas las formas y significaciones que los demás quieren ver en ella.

Para Joan Ollé, “Yvonne, princesa de Borgonya”, es un clásico contemporáneo, un cuento sobre el príncipe azul y la rana que mezclan registros tan diferentes como el cuento romántico, el vodevil, la opereta, o la tragedia shakesperiana. Según Ollé, se trata de una pieza maquiavélica porque nos enseña la parte oscura del poder y nos hace una sátira sobre los humanos.

La obra está protagonizada por 12 actores. En el reparto encontramos a Ivan Benet, en el papel de príncipe, así como a Rosa Muñoz, bailarina que se estrena como actriz en el papel de Yvonne. También encontramos a Lluís Marco, Àngels Poch, Joan Anguera, Núria Borràs, Georgina Cardona, Cristina Genebat, Oriol Guinart, Aina Huguet, Hans Richter i David Vert.

El montaje se podrá ver en la Sala Fabià Puigserver del Teatre Lliure hasta el 27 de abril.

CARA B, el nuevo disco en directo de JORGE DREXLER


El pasado martes, uno de abril, Jorge Drexler presentó su primer disco en directo. El disco, llamado Cara B, es un álbum doble que resume lo vivido en siete conciertos realizados en Cataluña a finales del año pasado.

El cantante y compositor uruguayo apuesta por este directo, después de ocho discos de estudio, ya que, según él mismo afirma, le gusta la alternancia. Tanto es así que este álbum presenta una apuesta sonora muy curiosa. Drexler cuenta que junto con sus técnicos de sonido, Matías Cella y Campi, han ido grabando el sonido ambiente de los conciertos para luego incorporarlo en el disco. La experiencia ha consistido, pues, en usar al público como coro, grabarlo y editarlo en vivo. Campi, por su parte, ha recorrido las localizaciones de la gira y ha recopilado los sonidos más característicos de cada ciudad. Por ejemplo, encontramos que en Manresa registró el sonido de la estación de tren; en el Prat grabó los avisos de megafonía del aeropuerto; en el Borne, las bicis...

Cara B, por lo tanto, se presenta como un disco rompedor. Y es que según el mismo Drexler, no quiere ser un recopilatorio, sino que, como su propio título indica, pretende ser la cara menos evidente. Por eso no aparecen sus singles. Por eso, también, hay versiones de músicos no habituales, en idiomas que no suele utilizar. El disco presenta tres canciones inéditas: Dove sei? escrita a medias con Leonor Walting, en inglés, italiano y castellano. Gracias, compuesta hace un par de años y Fractura de escafoides tarsiano derecho.

Drexler estrenó sus nuevas canciones en la inauguración, la pasada noche del jueves, del 19è Festival de Guitarra de Barcelona, un clásico de la programación musical de la ciudad que, este año, presenta un cartel bastante ambicioso. Al recital acústico del uruguayo se incluyen destacados conciertos como el que celebra los 15 años de trayectoria del grupo manresano Gossos o el que conmemora medio sigle de Milton Nascimiento&Jobím Trió.

Por lo que hace a futuras propuestas, Jorge dice que no tiene intención de preparar ningún nuevo disco. Parece que ahora está trabajando intensamente para el cine. Ha hecho ya un par de canciones para las películas de Gerardo Herrero y el director argentino Daniel Burman. Al parecer, y en sus propias palabras, escribir música instrumental le llena de alegría.

miércoles, 2 de abril de 2008

Muchachito i Veracruz, el do d’unir les arts


Allà on toqui, Jairo Perera allarga els seus concerts a més de tres hores. Més de tres hores amenes, mogudes, rialleres; més de tres hores impregnades del característic missatge optimista de Perera. Històries d’amor, de desamor, relats de personatges autèntics, d’altres de ficció; si més no, sempre temes distrets, explicats de forma planera i, sobretot, amb molta barra.

Així va ser la seva posada en escena el passat dijous a Faktoria d’Arts, a Terrassa. Un local no gaire gran, però ple de gom a gom. Una festa que, tot i que va començar amb ¾ de retard, es va allargar amb una dinàmica sorprenent. Muchachito Bombo Infierno va presentar el seu nou treball “Visto lo visto”, tot i que també va intercalar cançons antigues i, fins i tot, d’altres autors: el públic va embogir amb la banda sonora de La Pantera Rosa i El Muerto Vivo.

Als peus, el bombo; a les mans, la guitarra; amb la veu, les cançons. El barret al cap i l’armilla, que no faltin. Un cantant, sens dubte, força polivalent; un músic forjat a foc lent; un clar exemple d’ascens en el panorama musical. “Queridos amigos, es un placer en este artículo presentar al genuino, al increíble, al único, al nuestro, nuestro”: Muchachito, Muchachito Bombo Infierno.

El català va començar passant el barret pels carrers de Barcelona. Més endavant, va ampliar la seva trajectòria amb viatges i trobades amb altres músics de carrer. Va muntar un grup, el 1997, anomenat Trimelón de Naranjus. La banda va treure dos discos i va romandre unida fins el 2001. Més tard, Perera va reunir una gran colla de músics que donen sentit a Muchachito Bombo Infierno.

En efecte, són tots aquests inputs els que enriqueixen l’experiència de què l’artista desprèn la seva inspiració. Un talent que, com no podia ser d’una altra manera, reflecteix la vivència de Muchachito: abundant en ritmes, en històries i en colors. Una barreja que impregna el seu estil, anomenat mestissatge (també rumbòxing). Aquesta nova tendència és una fusió entre la rumba, el reggae, el swing i el rock, entre altres. Ojos de Brujo i Macaco, a tall d’exemple, també pertanyen a aquest estil.

La fusió d’arts en Muchachito va més enllà de la mescla d’estils: surt de la percussió per impregnar-se a les parets. Les cançons animades de la banda fan volar la inspiració de Santos de Veracruz, qui s’encarrega de la part plàstica i visual de cada concert dibuixant a un llenç els components del grup. Als directes, les mans i el pinzell d’aquest pintaor són instruments seduïts incontrolablement per l’emoció, la gratitud, la bellesa. Tal i com afirma ell, “escoltes una cançó, sents que et pessiga, sents que et posa la pell de gallina, i penses: l’han escrit per a mi”. Al final, com si es tractés d’una sobtada sinestèsia, Perera i Veracruz tenen el do d’unir les arts.

miércoles, 26 de marzo de 2008

'EL VISITANT', d'Éric-Emmanuel Schmitt


‘El Visitant’ arriba a Terrassa des del 14 fins el 16 de març. L’obra d’Éric-Emmanuel Schmitt, també autor de ‘El Llibertí’, és acollida per l’Institut del Teatre i representada per la companyia terrassenca ‘Punt i Seguit Teatre’.

L’obra es centra en la Viena de 1938 ocupada pels nazis. El doctor Freud i la seva filla, Anna, es troben a casa seva quan un agent de les SS s’emporta la noia per interrogar-la. Davant d’aquest imprevist i fortuït segrest, el doctor s’endinsa en una profunda angoixa, plena d’impotència i ràbia, recolzada per l’estat de pressió de rere fons en el qual es troben tots els jueus vienesos. La cavil·lació de Freud, però, es veu ràpidament complementada amb les qüestions que li planteja un visitant cínic, vestit amb un frac blanc lluent, que entra per la finestra del despatx. El visitant i el doctor entaulen una increïble conversa d’elevats nivells filosòfics. Una conversa plantejada des d’un estat d’ànims extrem que el fa vacil·lar i agafar-se a teories que Freud sempre havia refusat.

La posada en escena ha estat excel·lent donades les petites, però acollidores dimensions de la Sala Maria Plans, que faciliten l’acústica i apropen els actors al espectadors. La sala es va omplir, tot i competir amb les activitats de cloenda del Festival de Jazz. El públic, de mitjana edat, es va entregar a l’espectacle, reconeixent amablement amb rialles els tocs d’humor que es desprenien de la trama. Uns personatges brillants, traçats amb detall i interpretats amb força, emoció i molta naturalitat.

Una vegada més, l’autor francès posa en escena una bona dosi de filosofia. ‘El Visitant’ ha estat traduïda a més de 20 llengües i representada en més de 30 països arreu del món. L’obra, representada per primera vegada el 1993, va guanyar, un any després, el premi ‘Nuit des Molières’.



Repartiment:
Dr. Freud: Francesc Falguera
El Visitant: Jordi Rodríguez
Anna: Marta Mars
El Nazi: Vincenç Gomis
Equip Tècnic: Anna Mallada y Manel Pérez
Ajudant de Direcció: Rosa M. Moya
Direcció: Eloi Falguera

miércoles, 12 de marzo de 2008

Comentari: suplement cultural BABELIA

El suplement cultural Babelia es presenta com un diari breu i independent, cada dissabte, dintre de El País.
Prenent com a mostra l’últim número, del 8 de març, podem traçar les línies generals del suplement. Així, Babelia sol centrar-se en un tema principal que es presenta a la portada i dóna peu a diferents peces: un reportatge de llarga extensió, cròniques d’exposicions relacionades, entrevistes, llibres, pel•lícules, etc. En aquest cas es parla de la Xina. És interessant veure com aquest fil argumental no és un bloc compacte, sinó que va apareixent al llarg de les pàgines i les seccions amb naturalitat i dinamisme.
En l’apartat del ‘Libro de la semana’, es fa una entrevista al poeta granadí Luís García Montero, sobre la seva obra Vista cansada. L’entrevista va seguida de la crítica literària.
El següent gran apartat, ‘Crónicas de América latina’, es relaciona íntimament amb el ‘De Viaje’, ja que tot i que aquest segon es centra a París, parla de Julio Cortázar, escriptor criat a Argentina.
Comptem amb una altra crònica, aquest cop sobre el panorama literari que ofereixen les editorials, i amb un segon reportatge, més breu, sobre un ‘ritual cotidiano’ com és la depilació.
Més endavant ens apareix el que anomenen ‘Escaparate’ amb el comentari de llibres, dividits per narrativa, ciència, els assajos, etc.
Tot seguit trobem novament una altra crítica literària en l’espai ‘Crítica: equipaje de bolsillo’.
Se’ns obre l’apartat d’art, força breu, amb diferents exposicions i crítiques.
Li ve al darrere la secció de música amb una entrevista que pren bastant pes, però també amb un perfil i una presentació de discos, els tres apartats de músics diferents.
Finalment trobem les arts escèniques: un reportatge de teatre seguit per dos més de cinema i per acabar, un reportatge més d’alguna novetat o col•lecció en DVD.

A simple vista, sembla un suplement molt complet, posat que més enllà de tocar gran part de les vessants culturals (literatura, teatre, cine, música, viatges, exposicions...), aposta per diferents gèneres (crònica, crítica, reportatge, entrevista...). Trobo també positiu que el tema principal, aquest dia la Xina, surti intermitentment en les diferents seccions: això dóna cohesió al producte, a més d’una visió global del tema en qüestió.
Pel que fa a l’aspecte visual, al meu parer sembla poc atractiu pel fet d’aparèixer en format diari, a dues columnes amplíssimes i fer un ús limitat de les imatges i dels recursos tipogràfics. Tot i així, cal remarcar que, d’aquesta manera, s’adapta perfectament a l’estètica de El País.


Per últim, i fora del comentari exhaustiu, m’agradaria dir que analitzar breument i superficial Babelia porta a passar per alt tota la màfia que hi ha al darrere. No només en relació a Babelia, sinó en general, tot i que segurament uns menys que d’altres, amaguen (o no) els interessos econòmics i editorials que hi ha al darrere.
A tall d’exemple, en qüestió de llibres hauríem de partir de la idea que el suplement cultural és l’aparador de l’editorial de la qual també pertany el diari. Per altra banda, però prou relacionat, el fet de regalar pel•lícules i llibres setmanalment obliga a sospitar que no pateixen per la cultivació del teu esperit cultural, sinó que és una mera aposta pel merchandising i la incentivació mitjançant el típic regalet. Un regal que, en la majoria de casos, acceptem orgullosos i sense vergonya que diguin que som uns garrepes que preferim la pel•lícula que ens ofereix a gastar-nos diners al cine, al videoclub o, on s’ha vist!, en un DVD original.

BANKSY:graffitis para la cultura de masas

A finales del S. XVIII, principios del XIX, en Inglaterra, Jeremy Bentham apostó por el panóptico para vigilar con disciplina y visibilidad el orden carcelario. El panóptico es un edificio circular en el que las celdas se sitúan en la periferia, mientras que la torre de vigilancia está en el centro. Dichas celdas están situadas entre ventanas. Gracias al contraluz, los presos quedan iluminados y el vigilante en la penumbra. Por lo tanto, el prisionero vive con la sensación de ser vigilado constantemente.
Se dice que el panóptico es una metáfora de la sociedad moderna.

En la novela de George Orwell, 1984, el Gran Hermano es la autoridad única y todopoderosa que vigila sin descanso una sociedad reprimida con pensamiento único. A menudo se establece un paralelismo entre la sociedad de la novela y la actual. Incluso hemos incorporado el término “orwelliano” como sinónimo de sociedades con actitudes totalitarias y represoras.

Estas dos pinceladas son realmente un indicio de lo que vivimos y de lo que, sin duda, queda por venir. Siguiendo en la línea de Bentham y Orwell, parece cierto que hoy en día tenemos presente la idea de control, nos sentimos vigilados. No solamente son los hábitos, las costumbres y la opinión pública, como apuntaba Bentham, lo que rige nuestro comportamiento. Es evidente que hoy en día también entran en juego las nuevas tecnologías que, más allá de prestarnos servicio, tienen un importante papel en el control de la, como definía Bentham, ‘visibilidad’.

Frente a esta realidad, a simple vista pasivamente controlada, aparecen en las paredes de Bristol (Londres), pinturas con una alta crítica social y antisistema. Unas imágenes que parecen el revelado de lo que las cámaras no graban. Se trata de los graffitis de Banksy, caracterizados por su carga de críticas ácidas al ‘establishment’, así como por sus mensajes políticamente subversivos.

De Banksy se conoce poco, puesto que ha optado por permanecer en el anonimato. Quizás esta actitud pertenezca al grupo de críticas sociales: frente al protagonismo desenfrenado de cualquier personalidad, él apuesta por no identificarse. Algo se sabe de sus pinturas: son esténcils, es decir, graffitis hechos con plantillas. Hay críticos que las consideran tan vulgares como cualquier otro graffiti. Otros valoran este arte urbano y callejero positivamente, puesto que promueve visiones distintas a las de los medios de comunicación. Lo cierto es que las imágenes tienen un background importante de actualidad, y un grado de contenido social elevado, mezclado con altas dosis de inteligencia y mordacidad.

A través de sus dibujos, Banksy denuncia la dinámica capitalista actual a la cual él no se esconde de dar coba. Paralelamente al arte callejero y sus aportaciones benéficas a Greenpeace, se dice que Banksy trabaja para empresas como Puma y MTV, y vende cuadros hasta por 25.000 libras en circuitos comerciales o en la galería de su agente, Steve Lazarides. Sinceramente, no veo salidas alternativas para llegar a fin de mes. Incluso diría que no hay mejor crítica que la que se hace desde dentro, pues se conocen mejor los detalles, se domina mejor el contexto y se puede llegar a perfilar con exactitud hacia dónde/quién ha de ir exactamente la denuncia.

Con todos estos puntos destacados y poco hilvanados llegamos al análisis de los graffitis de Bansky como productos culturales dirigidos ya no a una élite, sino a la gran masa. En primer lugar, el soporte en el que se publica está al alcance de todos, pues no hay más que andar por la calle para topar con sus graffitis. En segundo lugar y tan importante como el primero, se trata de la denuncia de temas que nos afectan y nos incumben a todos. Por otra parte, como ya comentaba, alejarse del liderazgo quizás le garantiza acercarse todavía más a la masa amorfa y anónima. Este grado de empatía sin requerir un reconocimiento es positivo para el público. Por otro lado, este anonimato puede dar pie a construcciones de un personaje oscuro, como empieza a inducirse de las suposiciones sobre las cantidades de dinero que parece mover entre exposición y exposición.

Al margen de todo el misterio alrededor de Bansky, no se puede negar que su actuación abre muchos temas de reflexión y divagación entorno a la recepción de la cultura por parte del conjunto de la población. También resulta interesante ver el nivel de permisividad con las pinturas por parte de los gobiernos.

Frente a este chorro de texto, casi sin sentido, os invito a que veáis las imágenes del artista y continuéis con la divagación que aquí termino.

martes, 4 de marzo de 2008

Pressing Catch como producto cultural y su repercusión en la audiencia infantil

El lunes estuvimos reflexionando acerca del lugar que ocupan en la cultura etnocéntrica las estatuas vivientes de las Ramblas de Barcelona, el grafitero Banksy, el arte kitsch, los frikis, e incluso Pressing Catch.

Todas estas formas de expresión, por así decirlo, merecen un comentario en este blog. Sin embargo, me he decantado por Pressing Catch, pese a ser el que menos me llama la atención de la lista, por su proximidad.


Esta tarde, como cada martes, he estado a cargo de los niños y niñas, de entre diez y trece años, de un CEIP. Todos ellos se quedan a hacer la actividad extraescolar de biblioteca. Cuando no tienen deberes y se niegan a coger un libro, situación que se repite a menudo, se ponen a jugar a “tazos” o nos piden a las monitoras, casi de manera obsesiva, hojas para poder dibujar. A la hora de cerrar, los pocos que quedaban se han abalanzado sin piedad hacia la puerta, dejando descuidados sus dibujos encima de las mesas. Este es uno de ellos:

No me pregunten qué luchadores son, pero es evidente que pertenecen a Pressing Catch. Pero este dibujo es una muestra silenciosa del alcance de este programa de lucha.

Ni a mi ni a mi compañera de biblioteca nos resulta extraño que un niño amenace con matar a otro por el simple hecho de quitarle un lápiz. Tampoco es raro que insulten a la familia entera. Incluso es usual que en cuanto los perdemos de vista se estén “reventando la cabeza” (sí, así lo dicen, literalmente), revolcándose por el suelo en un intento de clave karateka. Y no parece un mosqueo cualquiera... A juzgar por la cara colorada, los ojos chispeantes, las fosas nasales dilatadas, los labios contraídos, el ceño fruncido, la vena aorta hinchada y los puños cerrados, juraría que van a por todas. Lo que saca de quicio es cuando se meten en el papel de los luchadores y toman los nombres de sus ídolos de Pressing Catch. Ahí, y antes de que den los saltos mortales, ya los hemos castigado o incluso expulsado de la biblioteca... si no ponen resistencia amenazándote a ti también e incluso dando saltitos para rozarte la cara. Realmente increíble.

Así que, cuando no son los “tazos” son las tarjetitas/cartas de los luchadores. Si les das una hoja para que se tranquilicen, estos dibujos de hombretones forzudos y a la primera de cambio, se atacan sin respeto ni miramientos.

Y una de las fuentes de esta violencia desmesurada es, entre otras, evidentemente, Pressing Catch. “Todos los sábados y domingos a las 15.30h, llega tu ración de lucha. Las estrellas de la WWE sólo están en Cuatro. Es uno de los programas más vistos en los EEUU. Está traducido a 17 idiomas. Género: lucha libre. Para todos los públicos”. Ah, al principio de las luchas advierten que lo que se va a ver no se puede reproducir en casa ni en la escuela. Fui! Menudo detalle.

Con todo este background, me dispongo a clasificar, a etiquetar este programa de lucha libre dentro del panorama cultural. Cierto es que si entendemos el arte como cualquier forma de expresión, y teniendo en cuenta las laboriosas técnicas empleadas en la lucha libre, así como la voluntad, por ambos contrincantes, de formar parte del combate, la lucha libre es un arte. Bien, me parece muy cogido de los pelos, pero este tipo de “violencia controlada” no deja de ser una vía de expresión muy común en el ser humano.

Ahora bien, ¿es adecuado hacer un programa televisivo sobre ello que te acompañe en la sobremesa de cada fin de semana? ¿Es realmente para todos los públicos?

Según el profesor George Grebner, de la Universidad de Pensilvania, uno de los más grandes especialistas de la violencia en televisión, “la exposición reiterada a la violencia vuelve al público ansioso y desconfiado, le hace exagerar los riesgos de agresión en su medio. Cuantas más emisiones violentas vean los niños, más aceptable les parece la violencia y más les produce placer. Les cuesta discernir lo verdadero de lo falso”*.

No vamos a discutir sobre los hábitos televisivos de los más pequeños, de si este programa puede ser viable acompañado por un adulto que le explique la ficción de la batalla. A mi parecer, el contexto actual va más allá. Y es que, por mucha libertad de expresión que haya, la programación televisiva ha de tener en cuenta el público al que se dirige y el contexto social en el que se emite. Creo que no es solamente irresponsable poner estos contenidos a horas en las que la familia podría estar unida viendo cualquier película de domingo, sino que es aún más imprudente hacerlo ante unos niños que crecen prácticamente sin ética. Parece que la infancia ha perdido el norte en cuanto a límites a traspasar. Tan pronto insultan a sus padres como agraden a una monitora de biblioteca. Ante este panorama y con las prestaciones que existen para mesurar la audiencia, no creo apropiado un programa que potencie lo que desde las escuelas y, en teoría, desde casa, se está intentando erradicar.

No me parece conveniente que el niño encuentre en la pantalla lo que ya ve en la calle. Porque para él, verlo en televisión es una forma de legitimar el acto. Y, como buen niño que es, lo va a copiar. Por mucho que sea consciente de sus limitaciones en cuanto a atrezzo y escenografía, la forma le penetra el subconsciente y la reproduce a la mínima de cambio. No demos más de lo que se encuentra por todas bandas, prestémosles servicios realmente innovadores y útiles.

Insisto en la investigación de la recepción masiva de programas televisivos. Y es que pienso que lo que no es correcto es apostar por programas estrellas en audiencia americana y dejar de lado los efectos perversos que pueden repercutir sobre el público. No creo que hayamos de invertir, aún más, en programas que no nos aportan nada como personas, como ciudadanos e incluso menos en aquellos que despiertan el lado más agresivo. Es cierto que la televisión ha de presentar una programación plural e innovar con nuevos formatos. Pero, sinceramente, la lucha libre a ese horario es algo a cuestionar.

Concluyo ya, consciente de que puede más el merchandising que de Pressing Catch se deriva que todas mis peticiones de coherencia frente y desde a la pantalla. Ciertamente el fin es importante pero, por favor, cuidemos los medios, puesto que en ellos se desenvuelven quienes han de protagonizar nuestro futuro.

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* Fragmento extraído del libro Cómo nos venden la moto, de Noam Chomsky e Ignacio Ramonet [apartado: Ingeniería de la persuasión, por Ignacio Ramonet, pág. 67].

lunes, 25 de febrero de 2008

4 meses, 3 semanas y 2 días


Hace algunos días fui con mi compañero al cine. Tomar esta decisión puede parecer muy común, pero para alguien que trabaja prácticamente todo el fin de semana en un cine vendiendo palomitas resulta algo diferente. Estaba claro, pues, que intentaría apartarme lo máximo posible del cliente Cinesa que compra la Coca-Cola de litro, el tanque de palomitas, la pizza mediana, los nachos, las chocolatinas y un sinfín de marranerías que a mí, en una sola película, no me daría tiempo a acabar. Por lo tanto, ya me alejo del Parc Vallés, aunque sólo sea para desconectar del trabajo.


Nos dirigimos al Cinema Catalunya. Es perfecto: no hay cola para entrar, ¡no se puede comer! y la sala es preciosa (vale, no tiene fila VIP…).
He pasado por algo la película que escogimos (bien, era la única que proyectaban): 4 meses, 3 semanas y 2 días. Sabíamos que era rumana y nos habían comentado que era muy buena. Sí, ahora estoy entrando en el terreno tan peligroso de calificar una película de buena y predisponer a todo el mundo a que la mire con buenos ojos… Me dispongo a hacer muy amablemente una valoración, totalmente personal, de la película. Voy a ponerla, por lo tanto, en mi pequeña lista de referencias sobre productos de cultura de élite. Igual habrá quien la vea y no le convenza… Aún así, siempre me gustará escuchar un… “estará bien, pero a mí no me ha gustado”.


Realmente, la película tiene algunas técnicas que la hacen ser peculiar y, a mi parecer, bien elaborada. Dos de ellas las observé por mí misma, la tercera la acabé de entender leyendo algunas críticas.
En primer lugar he de reconocer que el hecho de no conocer explícitamente el tema de la película hasta, me atrevería a decir, los 10 minutos de película, te hace estar en un estado de alerta y de captación de detalles increíble. Una vez te han centrado no abandonas este estado, ya que intentas enganchar todos los indicios del principio con la trama actual. Por ese motivo diría que es la película que con más intensidad he visto, puesto que dudo que pestañeara más de lo estrictamente necesario.


El segundo punto fuerte es el resultado de las cámaras. Des de periodismo nos enseñan a hacer guiones, nos explican qué es el punto de vista de la cámara subjetiva, de la objetiva, cómo hacer diferentes planos para expresar distintas sensaciones… Toda una teoría que intentamos aplicar en un documental de 15 minutos que tardamos un semestre en hacer y que el máximo dinamismo que conseguimos en el movimiento del pulso de la que gravaba. Fuera bromas pesadas (¡hacemos lo que podemos!), en esta película he visto en práctica mucha de la teoría abstracta del lenguaje televisivo. Y es que parecía increíble como la mitad de la película eran las acciones, los diálogos de las protagonistas, y la otra mitad te lo transmitía la cámara. No era solamente que la cámara botara cuando la chica corría, sino, por ejemplo, mantener un mismo plano durante mucho rato o encuadrar la reacción del receptor en un diálogo, en lugar del que está hablando. Realmente llegabas a sentirte parte de la escena. En algunos momentos hasta te puedes llegar a ofuscar o a impresionar, por la temática que se trata.


El tercer punto es la inmersión en la historia. Es curioso como no te sitúa adrede. Bien, sabes que es Rumanía en los años sesenta, pero no te lo relaciona con el contexto histórico. Luego averigüé que esta película forma parte de un un proyecto más amplio titulado Relatos de la edad de oro, una historia subjetiva del comunismo en Rumanía contada mediante su leyenda urbana. El objetivo del proyecto es hablar de aquel periodo sin hacer referencias directas al comunismo, contando diferentes historias que enfoquen opciones personales en una era de infortunio en la que la gente tuvo que vivir como si fueran tiempos normales.
¡Os invito a ver la película y a leer un poco más sobre ella! Aunque sólo sea para poder acercarse el arte de la sugestión...

Crítica, màfia, indústria cultural, creació

Això que llegireu són només quatre pinzellades sobre el fragment que havíem de comentar a classe. Segurament les idees que he escrit han d’estar una mica més elaborades i madurades. Tot i així, és un primer esbós que ampliaré o modificaré tan bon punt fem el debat obert a classe, si és que tenim l’oportunitat.

En aquest petit comentari expresso la meva opinió a favor en relació al primer fragment de la fitxa, on apareix l’aportació d’Isabel-Clara Simó.
En aquest sentit, estic completament d’acord en el fet que hi ha “capelles” literàries, com ella anomena, que potencien, valoren i es centren en uns interessos concrets. Són, d’alguna manera, i com s’ha comentat a classe, una mena de clan tancat que, com diu Simó, no troba arguments sòlids per defensar els seus membres ni els seus productes culturals.
Partint de la hipòtesi que això és veritat, ens podríem preguntar per què existeixen aquesta mena de màfies culturals. En primer lloc, deixem de banda els evidents interessos econòmics editorials que hi ha al darrere d’aquestes produccions, ja que són evidents. Si més no, la segona qüestió que vull remarcar és una espècie d’argumentació d’aquesta segona. Està clar que els interessos econòmics són la massa que uneix el grup cultural. Ara bé, una vegada han assumit que han d’anar lligats, suposo que han de trobar motius per sentir-se culturalment units. Així, aposten per la distinció, aquest terme relacionat amb Pierre Bourdieu. Es fan amos d’unes pautes que volen estendre o, com a mínim, que siguin reconegudes per crítics d’art. El que succeeix és que creen uns valors i unes dinàmiques internes que es consoliden com a universals dintre de la cultura d’èlit, però que resulta que realment han estat forçades pel fet de compartir un mateix espai delimitat prèviament per motius egipcis*. Per tant, semblen punts diferenciadors en relació a la cultura de masses, i fins i tot entre els diversos clans de la d’èlit, però no són corrents o principis fonamentats perquè només s’aguanten pel mínim comú múltiple d’aquest estil cultural: els diners que hi ha al darrere.

* A alguns companys els sonarà aquesta expressió. La utilitzava el Marcel Mateu, professor d’ordenament jurídic. Només cal pensar en el ball que fem quan imitem als egipcis per saber sobre què parlem...

miércoles, 20 de febrero de 2008

«Quique, eres necesario»

El pasado viernes 15 de febrero Quique González reunió alrededor de 850 personas en el Casino L’Aliança de Poblenou. Presentó su nuevo disco, Avería y Redención nº7, así como a su nueva banda: La Aristocracia del Barrio. No voy a dar más datos sobre ello, puesto que El Periódico lo recoge bastante bien en su crónica “Un narrador sin miedo”.

Lo que me gustaría remarcar a mí son algunos detalles más subjetivos sobre la puesta en escena de Quique.

La verdad, es que temíamos que fuera a centrarse demasiado en el nuevo álbum, dejando un tanto de lado temas antiguos. Además, sospechábamos que igual la nueva banda no iba a ser capaz de transmitir lo mismo que en conciertos anteriores. Todo ello eran sólo absurdas hipótesis. De hecho, creo que el del viernes pasado fue uno de los mejores conciertos de Quique.

La Aristocracia del Barrio desprende una fuerza brutal. Javi Pedreira es todo un mito de la guitarra eléctrica. Además de protagonizar unos solos increíbles, controlaba él mismo muchos de los efectos de sonido (distorsiones y estas cosillas...). Karlos Arancegui a la batería desprendía igualmente una energía vital. Menudo dominio y coordinación entre los platillos, los bombos y... sí, ¡la maraca! En la primera canción del concierto, Y los conserjes de noche, Karlos tomó un protagonismo increíble, pues logró que el público estuviera aún más expectante, inquieto, emocionado, con los ojos llenos de chispas y un retumbar que casi nos hacía balancear. Jacob Reguilón, el bajista, transmitía la típica serenidad derivada de la paciencia del bajista.

Con todo, se hacía evidente en cada acorde que el grado de complicidad entre los miembros de banda es increíble. No solamente fueron capaces de insertar alguna que otra variación a sus canciones, sino que también reprodujeron con estilo propio, a la vez que fieles, las canciones de los antiguos Taxidrivers. En el mismo sentido, Quique dio mucho protagonismo a toda la banda, también a Mac, el productos, y a Ángel Medina, el ingeniero de sonido. Incluso compartió piropos y vítores con Javi.

El escenario no podía ser más idóneo. Nos alejamos de grandes estadios, muchedumbres, empujones y demás. Estamos en el Casino l’Aliança, una especie de teatro. Todos sentados, a pesar de querer estallar en cada estribillo.

Quique sale al escenario y enciende una lamparilla de noche que se levanta a su lado. Se pone una boina, y empieza a tocar. No olvidó su camisa a cuadros ni su chaleco, aunque no acudió a la harmónica en ninguna canción.

El ambiente es acogedor, Quique es el de siempre. Los vítores se escuchan constantemente, pero no en masa. Eso sorprende, pero aún me sorprendió más cuando tocó Palomas en la quinta. Fue entonces cuando dejó cantar al público. Era una canción de los primeros discos, así que nos ponía a prueba. Y nosotros, fieles, cantamos respetando sus susurros, su tono, sin gritar; algunos aún sentados, otros de pie, pero en el sitio. Realmente era una audición.

El repertorio de canciones también es digno de ser comentado. Es cierto que se dedicó principalmente a las del nuevo trabajo. Sin embargo, a pesar de Salitre, no retomó las canciones que más se esperaban como Personal, Cuando éramos reyes, Rompeolas, Pequeño Rock&roll, Hotel los Ángeles... sino que eligió algunas que, por lo menos a mí, me sorprendió que recuperara, como por ejemplo Deportado, Suave es la noche... Realmente me gusta que sea capaz de dejar las más pedidas y retome aquellas que parecen un poco olvidadas. Eso me hace confiar en que, a pesar de que cada vez es más conocido, su criterio siempre está por encima de lo comercial.

También me sigue sorprendiendo que sea capaz de echar a la banda del escenario para cantarnos, él y su guitarra, una canción inédita, y luego sea tan tímido a la hora de hablar. Se relaciona bastante con el público, aunque habla mirando al suelo, cosa qu

e a veces dificulta que se le entienda. Esa modestia es un punto muy positivo a su favor, o así lo considero yo.

Este hombre realmente es un genio. Invito a todo el mundo a conocerle

un poco más a fondo. Y solamente hago esta invitación porque quiero que podáis admirar su trabajo y darme la razón... pero prohíbo que lo convirtáis en algo comercial o de masas!!!!!!!


La canción inédita...




Acercamiento a la "R" alemana

En la entrada anterior se comentaba un ejemplo de cultura de élite, como es el hecho de hablar de la corte japonesa de Heian. Siguiendo en esta línea, esta vez voy a poner otro ejemplo sobre la utilización de esta cultura en su faceta perversa. Para ello, vamos a dar un salto de continente y pasamos de Japón a Alemania.


El pasado lunes, en una clase de alemán, la profesora nos puso este video de youtube. La canción se llama Klonen kann sich lohnen (puede que los clones merezcan la pena) y está interpretada por Max Raabe y la Palast-Orchester. Este grupo, nacido en el 86, está especializado en recrear el sonido de la los bailes y la música alemana de los años 20 y 30, haciendo incapié en las canciones de los “Comedian Harmonists”.

La banda recoge temas de actualidad, como en su momento lo fue la clonación, y los dibuja de una manera un tanto cómica. Sin embargo, se va al escenario de los años veinte para parodiar la canción. Por lo tanto, intenta escapar de los estilos dominantes, de la música de moda y buscar un ambiente digno de ser creído, un ambiente que traslade inmediatamente al oyente a la élite cultural de la época.


Entonces, nos encontramos con que el estilo de música dominante en los años 20-30 merecía más credibilidad que los actuales. Por ello, me gustaría apuntar, muy por encima, algunas de las características sobre esto (¡todas ellas explícitas en el vídeo!). No solamente se trata del estilo de música, sino que también va ligado al tipo de escenario, el vestuario que lleva la orquestra, sus peinados, etc. Pero además, y esto igual es menos perceptible, la imitación de los 20 va más allá, pues adoptan la fonética de entonces.


En el alemán estándar las erres son guturales, si bien en el sur del país, en Suiza y en Austria es más común escuchar la ‘r’ palatal, remarcada. Sin embargo, en los años 20-30 tanto en música, como en teatro se apostaba por esta segunda erre, puesto que se consideraba una distinción de clase. Un ejemplo más conocido de ello es la canción de Lili Marleen. Hoy en día, tengo entendido que es objeto de burla, alejarse del alemán estándar y la erre gutural.


La fonética de esta letra es, pues, un elemento digno de analizar. Sin ir más lejos, y como un segundo ejemplo, el grupo de metal industrial alemán, Rammstein, también aplica la “r” palatal en sus canciones, a pesar de ser de la Alemania del Este y haberse criado en alemán estándar. Algunos críticos han comentado que son próximos al fascismo, por eso imitan a Hitler tanto en el habla (erres palatales, pues era austríaco), como en sus puestas en escena (como en Stripped, que incluyó escenas de la película Oyimpia, de Leni Riefenstahl). No obstante, lejos de la ideología nazi o de quererse identificar con la alta cultura, afirman que lo único que se proponen es provocar con sus canciones. Así, la letra evoca, en este caso, la dureza del recuerdo sobre la época hitleriana. Quizás un tanto arriesgado, pero no por ello menos revelador.

La corte de Heian y la cultura de élite

Breve comentario sobre el escrito llamado "Historias de la corte de Heian. Homenaje a Shikibu Murasaki y las damas de la corte. El todado o una decisión en la universidad", por J. M. Perceval.


El escrito sobre la corte de Heian es una sátira que relata un proceso imperial de la corte japonesa con gran minuciosidad. A mi entender, percibo la voluntad de plasmar un triple objetivo con estas líneas.


En primer lugar, el hecho de plasmar detalladamente este mecanismo imperial nos hace entender que se trata de un proceso verdaderamente lento y complejo. Lejos de querer hacer entender al lector cada una de las fases del proceso, y como segundo objetivo, se intenta plasmar un símil con la complejidad kafkaiana que suponen las gestiones bien empresariales, bien universitarias.


En un tercer eje, y tocando de pleno con lo que nos incumbe, la cultura de élite queda reflejada aquí en un doble sentido. Hay diversos elementos remarcables para justificar que el texto pertenece a una cultura de élite: es evidente que no resulta habitual conocer tantos datos acerca de la corte japonesa de Heian. Además, presentar la denuncia en forma de sátira requiere un dominio exhaustivo, mesurado, agudo y mordaz sobre los elementos a criticar; un dominio que aún queda más patente con la soltura con la que se desarrola el escrito.


Con todo, y aunque el mensaje del texto llega al público, se marca una cierta distancia entre el lector y el autor, puesto que en la mayoría de casos, el primero va a desconocer gran parte del contenido japonés. Esto puede ser positivo en la medida que el lector lo tome como una lección e interiorice las especificidades de la corte. Sin embargo, sospecho que, exceptuando mentes privilegiadas y descontando que seguramente retendremos algunas curiosidades, la lectura de un texto cargado de particularidades, como es este, no suele cuajar con plenitud en el receptor. En este sentido, queda plasmada la perversidad que se puede derivar de la cultura de élite cuando lo que pretende es ser un elemento diferenciador, un marcador de prestigio, una distinción basada en el dominio de una cultura lejana y desconocida, como es la japonesa, y que, por ello mismo, resulta interesante, exótica y admirable dentro del imaginario colectivo europeo.


Pasamos ahora a la hipotética situación de que el lector tenga una ligera idea sobre el funcionamiento y las características de la corte de Heian. En este caso, hay una cultura de élite implícita dentro de la cultura de élite que representa el escrito. Y es que, de hecho, la cultura de élite se desarrolló en las esferas más altas de la corte. Así pues, si captáramos esta doble aparición de la cultura de élite entenderíamos el guiño del autor.


Con todo, podríamos incluso considerar este esfuerzo como un añadido a la concepción de la cultura de altos niveles. Podríamos, entonces, considerarlo aún más perverso, o bien percibirlo como un aplauso para aquel que alcanza estos entendimientos.